Bien distinto ha sido el panorama en lo que respecta a la temporada 2020 de la cosecha gruesa en nuestra región, especialmente en lo que tiene que ver con los rendimientos obtenidos por el maíz de primera y la soja de primera y de segunda, y por ello consultamos al jefe de la Agencia de Extensión Rural sede Roldán del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, el ingeniero agrónomo Juan Ignacio Ibarlucea, acerca del primer análisis al respecto.

    El factor climático ha influido de sobremanera en la cosecha ya que la falta de precipitaciones desde mediados de enero se vio reflejado en los rendimientos generales que no alcanzaron las expectativas máximas, aunque ese mismo clima ha acompañado muy bien para trillar.

    Por un lado, el rendimiento del maíz de primera ha sido uniforme en nuestra zona, promediando 90 quintales en Roldán y 100 en Ricardone, Fuentes y Carcarañá, considerándose estos números como aceptables aunque no llegaron a obtenerse los rindes máximos.

    En tanto, la soja ha tenido números bastante dispares, con datos muy diversos de acuerdo a la localidad e incluso a cada lote, donde se ha promediado 30 quintales con lotes muy bajos que han llegado a 15 quintales y con lotes aislados influidos por napas freáticas en superficie que han alcanzado los 50 quintales, siempre hablando de la soja de primera.

    En lo que concierne a la soja de segunda, a pesar de que existen menores datos porque todavía se están procesando, se ha concluido que el panorama es complicado debido al estrés producido por los factores climáticos, con rindes que van de los 8 a los 15 quintales e incluso con lotes donde la cosecha ha sido nula.

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Por h8000024